La quiebra de la aerolínea generó dolores de cabeza a miles de sudamericanos. Uno de ellos es un padre chileno que puede perder la custodia de su hija por no viajar a Brasil.
Luis Alberto Ortega contó su historia al programa 24 Horas de la TVN de Chile. El hombre debía viajar a Brasil a buscar a su hija, que vive allí hace seis años y sufrió la muerte de su mamá hace dos meses.
En ese lapso, Ortega ha intentado por todos los medios recuperar a la niña, inmersa en un proceso judicial. «Mi hija tiene hasta final de agosto, porque si no van hacer un nuevo juzgamiento y la van a mandar a un hogar de menores», explicó.
El hombre pidió un préstamo bancario para arreglar su hogar, le compró ropa a la nena y adquirió pasajes de Pluna para traerla de regreso. Pero la quiebra de la línea aérea alteró sus planes. Ahora, no tiene dinero para poder viajar y pide ayuda. «La prioridad es mi hija, tenerla a ella aquí y después veré qué acciones voy a seguir respecto a la estafa que nos han hecho», señaló.
Pese a que su hija tiene nacionalidad chilena, ningún trámite fue suficiente para traerla, y desde la agencia donde compró el pasaje no le dan respuesta alguna. De acuerdo con las estimaciones, unos 80 mil pasajeros de cinco países se vieron afectados por la quiebra de Pluna.
Este jueves, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) de Chile anunció una demanda colectiva contra la aerolínea uruguaya. «Los consumidores no tienen por qué pagar por las consecuencias del cierre de una empresa, pues confiaron en su servicio y deben ser justamente compensados», dijo Juan Antonio Peribonio, director del ente estatal, que exigirá que Pluna reembolse a los afectados el valor de los pasajes más intereses y reajustes, así como una indemnización por los daños causados.
La quiebra
Desde Uruguay había un gran presión en que la aerolínea Pluna fuera a la quiebra y lo hiciera en forma repentina como aconteció recientemente. Suena extraño. Pero esta era la única vía que tenía para evitar un juicio millonario que podría alcanzar los 3,500 millones de dólares de parte de 7.000 ex trabajadores de Varig en Brasil, la compañía que fue socia de Pluna ente 1995 y 2005.
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Artículo gentileza de www.infobae.com
